Antiguamente Santa Colomba de Somoza era un pueblo con una población considerable y ofertaba gran variedad de servicios entre los cuales destacaremos la escuela, el ayuntamiento, el médico, la Guardia Civil, la farmacia, carnicerías, panaderías y diversos comercios, y como todo pueblo, contaba con una serie de festejos entre los cuales tenían cabida tanto niños como mayores, siendo los jóvenes los protagonistas.
Comenzaremos esta vuelta a las fiestas del pasado por Enero, y como buenos cristianos, la primera celebración será el Año Nuevo, día en el que, aparte de la comida familiar, los mozos del pueblo colgaban de la puerta de las mozas unos ramos proporcionales al valor o consideración que tuviesen hacia la muchacha.
Para finalizar las Navidades, el día de Reyes (6 de enero), los más pequeños iban a pedir el aguinaldo, que aunque principalmente era tarea de los padrinos dárselo, también los vecinos colaboraban con lo que buenamente podían.
Para finalizar las Navidades, el día de Reyes (6 de enero), los más pequeños iban a pedir el aguinaldo, que aunque principalmente era tarea de los padrinos dárselo, también los vecinos colaboraban con lo que buenamente podían.
Los niños, a cambio, les cantaban, teniendo incluso canciones para aquellos que osaban no contribuir.
El aguinaldo lo constituían fundamentalmente dulces, como galletas y caramelos, y algo de dinero.
El 17 de enero tenía lugar una fiesta religiosa, la celebración de San Antonio, protector de los animales, al cual se le ofrecía una eucaristía.
El aguinaldo lo constituían fundamentalmente dulces, como galletas y caramelos, y algo de dinero.
El 17 de enero tenía lugar una fiesta religiosa, la celebración de San Antonio, protector de los animales, al cual se le ofrecía una eucaristía.
Un grupo de vecinos pedían por las casas y el recaudo, basado en productos derivados del cerdo, debido a que poco tiempo antes había sido la matanza, se subastaba y el dinero obtenido era para (el cura).
Una de las pocas fiestas desvinculadas de la iglesia, se daba en febrero, y era el carnaval, el tiempo de bromas y juergas que transcurrían durante 3 días: domingo, lunes y martes.
Una de las pocas fiestas desvinculadas de la iglesia, se daba en febrero, y era el carnaval, el tiempo de bromas y juergas que transcurrían durante 3 días: domingo, lunes y martes.
El domingo se disfrazaban y tenía lugar una comida especial basada en el botillo y durante estos días practicaban el antruejo, que consistía en manchar a la gente con puñados de harina, betún o carbón.
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