Comienza la música, y un borracho que estaba sentado,
ve a una señora elegantemente vestida de negro que estaba sentada al frente suyo.
Tambaleante, se aproxima a ella y le dice:
-¡Hic!......Madame,
¿me concede el placer de este baile?
-¡No! -¡Hic!...
¿Y por qué no?
-Pues, por cuatro motivos: primero, porque usted está borracho.
Segundo, porque esto es un velorio.
Tercero, porque el Ave María no se baila y Cuarto, porque madame será su madre...
¡YO SOY EL CURA!
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