martes, 11 de noviembre de 2008

Tras el afeitado



Aprende a evitar el escozor producido tras pasar por tu cara la cuchilla.
La agresión más dura a la que se suele enfrentar el hombre de manera diaria es el afeitado. No importa si usas cuchilla o maquinilla eléctrica: los resultados son similares y la piel sufre lo mismo. El precio que tiene que pagar el hombre para estar perfecto es alto. Si bien el afeitado es un magnífico exfoliante y limpia de una manera muy efectiva el rostro, a cambio hay que pagar con una piel que se reseca y queda tirante. Esto se produce porque se eliminan las células muertas y el filme hidrolipídico, que es el que protege la piel de todas las agresiones externas. Por eso es importante aplicar buenos productos que atenúen este daño tras el afeitado. La función principal de estos bálsamos es la de ayudar a la cicatrización de los cortes, calmar el escozor, refrescar la piel, desinfectar y, sobre todo, aliviar. Dependiendo de qué tipo de piel tengas, puedes elegir entre unos u otros tratamientos dentro de una muy amplia gama. Si tu piel es grasa, es decir, está llena de brillos e impurezas, y tienes tendencia a que te aparezcan granos, puedes encontrar un amplio abanico de productos con un efecto antiséptico o tónicos purificantes que arrastran y hacen una labor exfoliante a la vez que ayudan a calmar la piel. Si en cambio eres de piel sensible o seca, busca aquellos bálsamos que sirvan para evitar las rojeces que te aparecerán pero fíjate que no contengan alcohol, ya producirán el efecto contrario, te irritará la piel. También tienes fluidos suaves y cremas hidratantes con texturas oil free que tienen gran poder de absorción y no dejan rastro. Es importante que al limpiarte los restos de espuma combines el agua tibia con la fría. Primero mójate la cara con agua templada y límpiala. Después, con agua fría, lávate toda la cara. De esta forma consigues estimular la circulación sanguínea y tonificas la piel. Para esto también puedes usar un agua termal, antes de aplicarte el producto after shave. Si sueles sufrir cortes en la piel, busca un bálsamo que contenga aloe vera, una planta muy indicada para la cicatrización, ya que acelera sus efectos a la vez que calma. Cada cierto tiempo, un mes por ejemplo, aprovecha un fin de semana para no afeitarte. Hazlo el viernes y no vuelvas a repetirlo hasta el lunes. De esta forma darás un descanso a tu piel. Si ésta es muy sensible, puede hacerlo con más asiduidad. Aprovecha que de un día para otro tu pelo no ha crecido lo suficiente y aféitate cada dos o tres días. Realmente tú eres el único que sabe cuánto tiempo tiene que transcurrir entre afeitado y afeitado para que no se te irrite la piel. Pero haznos caso y déjala descansar cada mes. Te lo agradecerá. Para disminuir la irritación también te recomendamos que te afeites por la mañana cuando te levantes, ya que los músculos están más relajados. Hazlo después de la ducha, aprovechando que el poro está abierto y espera como mínimo un minuto desde que te hayas aplicado la espuma para dejarla actuar, de manera que lubrique la piel y ablande el pelo.

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