Veneración al Señor de la Divina Misericordia crece en el
mundo12 de Abril del 2010
El 22 de febrero de 1931, en el viejo continente, exactamente en Plock Polonia, apareció ante Sor María Faustina la imagen del Señor de la Divina Misericordia
Ella escribe:
"Por la tarde, cuando yo estaba en mi celda, vi a Jesucristo vestido de blanco.
Una mano estaba levantada en ademan de bendecir, y con la otra mano se tocaba el vestido en el pecho.
De la hendidura de su vestido, que aparecía un poco abierto en el pecho, brillaban dos rayos largos.
Uno era rojo y el otro blanco.
Yo me quedé en silencio contemplando al Señor.
Mi alma estaba llena de miedo, pero también rebosando felicidad. Después de un rato, me dijo el Señor:
"Pinta una imagen mía, según lo que estás viendo, con la inscripcion:
"Jesús, yo confío en ti!"
Seguidamente, el señor le dijo a la religiosa:
"Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en vuestra capilla y después en el mundo entero", para luego hacer las siguientes promesas:
"Yo prometo que el alma que honre esta imagen no perecerá.
Yo también le prometo, ya aquí en la tierra, victoria sobre sus enemigos, pero especialmente en la hora de la muerte.
Yo, el Señor, la defenderé como a mi propia Gloria."
A 79 años de su aparición, la devoción por la imagen, los milagros que se le atribuyen no han dejado de sumarse cada día más, muchos católicos cumplen con difundir la veneración esperando que Jesucristo cumpla sus promesas, prueba de ello es que cada segundo Domingo de Pascua millones de creyentes lo conmemoran y Cusco, ciudad de tradición religiosa, también conmemoró esta fecha con una misa seguida de una procesión que partió del templo La Merced para dirigirse al templo de Santo Domingo, deteniéndose en los altares hechos con mucha devoción por los fieles.
Muchos se preguntarán cuándo nace esta devoción, pues la devoción a la Divina Misericordia empezó pocos años antes de la Segunda Guerra Mundial, en pequeños círculos particulares.
Se hizo público por primera vez cuando, en 1933, la nueva imagen de Jesús Misericordioso se expuso en Vilna-Ostra y Brama-Polonia.
El confesor de Sor María Faustina, en aquel año, predicó durante las Fiestas del Jubileo tomando como tema:
"La Grandeza de la Divina Misericordia", y exhortó a los hombres a que se dirigieran con toda confianza a la Divina Misericordia.
La devoción de la Divina Misericordia cobró nuevo impulso en 1937 con la publicación de un pequeño libro que se hizo con permiso episcopal;
la imagen del Misericordioso Jesús, la novena, la coronita y las letanías a la Divina Misericordia.
Dicho texto tuvo mucho éxito y la devoción se iba propagando.
En este tiempo todavía vivía Sor María Faustina, quien se sentía muy feliz al ver que la devoción a la Divina Misericordia se propagaba y conmovía los corazones.